viernes, 8 de marzo de 2013

ESCUELA DE PADRES Y MADRES GRADO KÍNDER




ESCUELA DE PADRES Y MADRES GRADO KÍNDER
21 DE FEBRERO DE 2012
¿QUÉ TIPO DE PADRE SOY?

ESTILO AUTORITATIVO-RECÍPROCO:

• Los padres ejercen un control firme, consistente y razonado.

• Los padres establecen claramente el principio de la “reciprocidad”. Así, parten de la aceptación de los derechos y deberes de los hijos, pero exigen a la vez que los hijos respeten también los deberes y derechos de los padres.

• Las relaciones padres-hijos son, sobre todo al principio, necesariamente asimétricas. Los padres ejercen consciente y responsablemente la autoridad y el liderazgo que les corresponde como padres y como adultos. Sin embargo, debido a la coherencia de sus directrices, los hijos no sienten el control paterno como rígido y se atienen a las normas paternas voluntariamente.

• El estilo educativo “se centra en los hijos”.

• La “implicación afectiva” de los padres se expresa en la disposición y prontitud de los padres a responder a las necesidades de los hijos. Se manifiesta también en el interés de los padres por mantener el calor afectivo en sus relaciones con los hijos.

• La “reciprocidad”, además de lo ya dicho, se ejercita especialmente en la comunicación frecuente, una comunicación que es bidireccional y abierta.

• Se promueve gradualmente la autonomía personal de los niños.

• Los padres se caracterizan no sólo por su firmeza en hacer cumplir las normas, sino también por sus progresivas llamadas a la madurez psíquica de los hijos.

 EFECTOS SOCIALIZADORES DEL ESTILO AUTORITATIVO-RECIPROCO:

– Autoconcepto realista, coherente y positivo.

– Autoestima y autoconfianza.

– Equilibrada combinación de obediencia-iniciativa personal, creatividad, madurez psíquica.

– Responsabilidad y fidelidad a compromisos personales.

– Competencia social y prosocialidad (interacción cooperativa con adultos e iguales, altruismo, solidaridad).

– Disminución, tanto en frecuencia como en intensidad, de conflictos padres-hijos

– Elevado motivo de logro, manifestado en mejores calificaciones escolares, etc.

– Autoconcepto realista, coherente y positivo.

– Autoestima y autoconfianza.

– Equilibrada combinación de obediencia-iniciativa personal, creatividad, madurez psíquica.

– Responsabilidad y fidelidad a compromisos personales.

– Competencia social y prosocialidad (interacción cooperativa con adultos e iguales, altruismo, solidaridad).

– Disminución, tanto en frecuencia como en intensidad, de conflictos padres-hijos.

– Elevado motivo de logro, manifestado en mejores calificaciones escolares, etc.

 
ESTILO AUTORITARIO-REPRESIVO:

• El control paterno se convierte en rígido al combinarse con falta de reciprocidad y de diálogo.

El control es además minucioso y excesivo, no dejando espacio a la libertad personal.

• Las normas tienen la forma de “edictos”. Aparece una acentuación exagerada de la autoridad paterna y se inhibe en los hijos cualquier intento de ponerla en cuestión.

• Los padres recurren menos a las alabanzas y más a los castigos, incluidos los físicos, que en otros estilos. Ni los castigos ni los mandatos son generalmente razonados.

• Los padres se caracterizan por una “no disposición a la respuesta”. De este modo, los padres definen las necesidades de los hijos, pero sin la intervención de éstos. La comunicación es unidireccional y cerrada.

• La implicación en las necesidades de los hijos es intensa, pero se percibe por parte de los hijos como intrusismo.

• El estilo educativo “se centra en los padres” por la exclusión del punto de vista de los niños.

 
EFECTOS NEGATIVOS DEL ESTILO AUTORITARIO-REPRESIVO:

-Baja autoestima y autoconfianza,

-Baja autonomía personal y creatividad,

-Baja competencia social y popularidad social.

 
ESTILO PERMISIVO-INDULGENTE:

• Los padres no resaltan la autoridad paterna. No establecen normas precisas ni en la distribución de tareas ni en los horarios dentro del hogar (hora de llegar a casa, de las comidas, de acostarse, tiempo y programas de televisión de se ven, etc.).

• Los padres acceden fácilmente a los deseos de los hijos.

• Son tolerantes en cuanto a la expresión de impulsos, incluidos los de ira y agresividad oral; los padres van cediendo poco a poco ante la presión de los hijos.

• Usan menos castigos que los padres autoritativos y autoritarios.

• El control laxo de los padres no excluye su implicación y compromiso como tales. Les preocupa la formación de los hijos, a su vez, atienden y responden a sus necesidades, pero son los hijos los que acaban dominando las situaciones.

 EFECTOS NEGATIVOS: El control laxo producirá con más probabilidad que en otros estilos:

– falta de autodominio,

– falta de autocontrol,

– falta de logros escolares.

En este estilo educativo paterno el riesgo de desviaciones graves de conducta (drogas, alcoholismo) es mayor que en el estilo autoritativo y autoritario.

 
ESTILO PERMISIVO-NEGLIGENTE

• Los padres se caracterizan por la no-implicación afectiva en los asuntos de los hijos y en el desentendimiento educativo.
• Normalmente los padres están absorbidos por otros compromisos y reducen la responsabilidad paterna a sus mínimos. Dejan que los hijos hagan lo que quieran, con tal de que no les compliquen la existencia. Si sus medios se lo permiten tranquilizan su conciencia con mimos materiales (a veces es el padre el que trata de conseguir el afecto a través de “compras” y regalos).

EFECTOS SOCIALIZADORES DEL ESTILO PERMISIVO NEGLIGENTE:

Los hijos de hogares permisivo-negligentes presentan los peores efectos socializadores:

– autoestima negativa,

– graves carencias en autoconfianza y autorresponsabilidad,

– bajos logros escolares,

– escaso autodominio y sentido del esfuerzo personal, y

– trastornos psicológicos y desviaciones graves de conducta (drogas, alcoholismo).

 
PARTE 2: CÓMO DAR ÓRDENES O INSTRUCCIONES


·         Las instrucciones deben ser breves, claras y específicas, “ir al grano”


·         Dar las órdenes de una en una y suficientemente espaciadas en el tiempo (no una cadena de instrucciones o peticiones)

·         Debe ser un número reducido de órdenes (¡hay padres que dan a su hijo una media de 117 instrucciones por hora!)

·         Utilizar frases que especifiquen claramente la conducta deseada, con un lenguaje comprensible para la edad del niño

·         Usar frases en positivo, de “hacer”, no de prohibición

·         Utilizar frases del tipo “Si-entonces” (“Si recoges tu habitación, entonces podrás salir a jugar”)

·         Siempre que sea posible darle opciones para que pueda elegir

·         Dar suficientes oportunidades de obedecer (los niños no siempre obedecen, está comprobado que una de cada tres veces desobedecen, ¡es algo natural!)

·         Alabar su obediencia y establecer consecuencias por la desobediencia

·         Dar avisos y recordatorios útiles

·         Los padres deben estar de acuerdo entre ellos en las órdenes que den, apoyándose entre ellos

·         Debe haber equilibrio entre el control de los padres y el del niño

·         Hay que fomentar la solución de problemas en el niño

·         No amenazar al niño ni acompañar la orden de contacto físico instigador

·         No dar órdenes innecesarias ni contradictorias unas con otras

 

Como ser firme con los niños que han aprendido el hábito de no hacer caso:

 

 §  Agarrar al niño por los hombros mientras se le da la instrucción

§  Mirarle a los ojos

§  Hablarle con voz clara y firme

§  Poner cara de severidad mientras se habla

§  Tener a alguien cerca que respalde la orden si el niño la ignora

§  Insistir en que atienda y obedezca las instrucciones

§  No hacer caso de provocaciones, comentarios ofensivos ni protestas del niño

§  Ignorar las rabietas, gritos y chillidos, cuando sea posible, siguiendo adelante con lo que se está haciendo

§  Si es realmente importante que el niño obedezca, se le hace ver que se habla en serio: ponerse de pie y repetir la instrucción con voz firme y alta (sin gritar); está bien aparentar estar realmente enfadado.

 CÓMO ELOGIAR A LOS NIÑOS:

  • Dar el refuerzo sólo tras las conductas adecuadas
  • Elogiar inmediatamente tras la conducta deseada
  • Dar un refuerzo específico, concreto
  • Proporcionar refuerzo positivo, sin juicios ni sarcasmos
  • Reforzar con sonrisas, contacto visual y entusiasmo, así como con palabras
  • Acariciar, abrazar y besar junto con el refuerzo verbal
  • “Pillar” al niño siempre haciendo algo bien, no ahorrar los halagos por los comportamientos perfectos
  • Utilizar el refuerzo de manera consistente cuando aparezca la conducta positiva que se quiere fomentar
  • Reforzarle delante de otras personas
  • Aumentar el refuerzo con niños difíciles
  • Enseñar al niño a reforzarse a sí mismo por comportamientos adecuados

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario